LA FE EN JESUCRISTO, Caída y Levantamiento para muchos

LA FE EN JESUCRISTO, Caída y Levantamiento para muchos

Mateo 13: 53-58

Introducción:

La incredulidad ha sido la piedra de tropiezo ante la verdad de Cristo. Si bien es cierto en la vida secular se hace necesario los sentidos y el razonamiento, pero también es cierto que no siempre ha sido seguro para poder discernir y percibir lo malo; sino que una y otra vez, se ha equivocado el hombre.

Dios dejó la fe como el camino al conocimiento y relación del hombre con él. Su palabra la describe de la siguiente manera:

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”(Heb.11:1) Y todos los que a través de este camino de fe la ejercieron, nos muestran que pudieron tener éxito, que pudieron superar y vencer: “Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos” (Heb.11:2). Todo lo contrario, a los que se resistieron como a los que también abandonaron, el camino de la fe (Heb.11:6).

La religión propuso y estableció la fe de otra manera: Ver para creer. Erigiendo esculturas e imágenes y así contribuir con la fe de alcanzar a Dios.

El pueblo de Israel, cuando fue liberado de Egipto, al llegar al Sinaí, ante la ausencia de Moisés,  hizo el becerro de oro; es decir, que vieron la necesidad de ver y tocar como el culto de los egipcios a sus dioses. Pero fue rotundamente rechazado por Dios a quién ellos pretendían adorar y servir.

Tanto la religión como el pueblo de Israel tropezaron con la fe y la torcieron engañándose a sí mismos.

El cristiano no se salva de este error, pues debido a que todavía está en la carne, sus sentidos y razonamiento combaten contra la fe; a esto es lo que se le llama: Lucha espiritual. La Biblia exhorta al cristiano a andar en el Espíritu (En la fe) y no satisfacer los deseos de la carne, son polos opuestos (Gál.5:16-17).

Y pudiéramos señalar más detalles en donde el individuo se tropieza o se ha extraviado de la fe como por ejemplo: La mezcla de filosofía, sicología, política y otros con la pura palabra de Dios, que al confrontarlas, se han visto en la necesidad de torcer o negar los principios de Dios, porque jamás van a calzar con ella.

Cuerpo:

v.54. Jesús en la tierra que le vio crecer. Aunque los moradores de Nazaret habían sido impactados por las noticias que le llegaban acerca de los hechos milagrosos de Jesús; ahora lo tenían cerca y le escuchaban sus enseñanzas en la sinagoga, decían:

¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?

No hay duda que le escuchaban de buena gana. Cada vez que enseñaba, más gente llegaba a la sinagoga. Así, son muchos los que se han acercado a las iglesias y han creído en Cristo, él es la persona más extraordinaria en el mundo. Toda clase de personalidades han sido impactados por él: Pobres, ignorantes, ricos, poderosos, políticos, artistas y cantantes. Sin embargo la fe ha venido hacer como una zaranda en donde se cuela la arena, al ser sacudida, pasa lo que se ha de ocupar y lo que queda en ella es arrojada fuera, apartada totalmente de la que pasó para que no se arruine y sea eficaz.

v. 55-58. La fe, donde muchos han tropezado. ¿Qué paso con las multitudes que llegaban a escuchar sus enseñanzas y eran impactadas sus vidas? Una vez más sus sentidos y razonamientos hicieron que tropezaran con la fe a tal grado que lo rechazaron. Sencillamente –No pudieron ver más allá del hombre que habían conocido desde su niñez. Decían: ¿No es éste el hijo del carpintero y de su madre María? ¿No están con nosotros sus hermanos y hermanas? Cuando Jesús fue presentado en el templo, el sacerdote Simeón le dijo a su madre María: “He aquí, éste está puesto para caída y levantamiento de muchos” (Luc.2:34)

Conclusión:

Multitudes han abarrotados las iglesias, muchos han confesado a Jesucristo como su Salvador y han empezado así la carrera cristiana. Sin embargo, en el transcurso del tiempo, se han venido, unos deteniéndose y otros han renunciado a la fe; se han quedado en el camino. El apóstol San Pablo nos dice:

“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2Tim.4:7)

No hay duda que el camino de la fe, es una lucha diaria, es una carrera en donde hay que mantenernos firmes en la fe de la cual el apóstol Pablo nos exhorta: ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. (1Cor.9:24)  

Una vez más, están pretendiendo que la Biblia esté en un museo y lo más triste y bochornoso es que las iglesias cristianas evangélicas también. Sin saberlo, en estos últimos años la han venido usando como una simple referencia, como un diccionario. Pero tenemos la seguridad de la firme palabra y promesa fiel de Dios que será siempre la que sostenga a los hombres en todos los tiempos hasta el fin del cumplimiento de todas las cosas escritas; ¿Todo pasa? Sí. ¿Todo cambia? Sí. Pero la palabra de Dios permanece para siempre.

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