COMISIONADOS A PRESENTAR LA OBRA SALVADORA DE DIOS A TRAVÉS DE JESUCRISTO -parte I
Introducción:
El discurso del apóstol Pablo, en su defensa, ante el rey Agripa (ante una corte real), mostró en su oratoria educación y respeto. Esto hizo que sus oyentes tuvieran la disposición para escucharlo y recibir el mensaje (v.1-3). Al empezar su defensa, empieza por su vida pasada: “Un ferveroso fariseo de lo cual practicó desde su juventud (v.4-5). Luego expone la causa por lo cual le acusan y juzgan: “Por la esperanza de la promesa de Dios, por su fe en la resurrección de los muertos: ¡Dios es poderoso para devolver la vida!” (v. 6-8). La situación del apóstol era muy difícil, sin embargo en vez de apelar por su libertad y vida; aprovechó para exponer el evangelio de Jesucristo; Jesús es la esperanza prometida para Israel y para los gentiles (el mundo), él es el Mesías y Salvador.
Cuerpo:
v. 9-11. Su testimonio: Perseguidor de la Iglesia. A igual que los judíos, Pablo persiguió el Camino (a los cristianos) pensando que eran una secta peligrosa a la cual debía frenar su avance y destruirá sus líderes. En su celo y como buen religioso (servidor de Dios), pensó que hacía bien y una gran causa: “Aprobaba el asesinato de los cristianos” (v.9). Había recibido autoridad para realizar tal labor (v.10). Los encarcelaba y los torturaba (v.11). Obviamente Pablo se avergonzaba de su vida pasada y de su conducta nociva; sin embargo relató su testimonio para mostrar el poder de Dios: Cambia y transforma la vida de los hombres en Cristo Jesús. v. 12-15. Su Conversión. En esa vida pasada, persiguiendo a la iglesia, relata que camino a Damasco, el Señor Jesús se le apareció, detuvo su avance y le cambió su vida: “Cambió sus pensamientos, dándole un nuevo corazón”. Es lo que hizo Jesús en nuestras vidas, de tal manera, que si bien, fueron vergonzosas nuestras obras pasadas, ahora testificamos con ello, el cambio que sufre el pensamiento y el corazón del hombre: “Una nueva criatura en Cristo”. v. 16-18. Comisionado para llevar el mensaje del evangelio de Jesucristo. En otro de su testimonio, relata que le fue enviado un discípulo para que lo ministrara; aquí resume su testimonio al hablar del llamado que recibió para predicar el evangelio: “El perdón de pecados y la herencia, es decir, la vida eterna. Todo cristiano es comisionado a predicar y presentar defensa del evangelio de Jesucristo: “Id, y haced discípulos a todas las naciones” (Mat.28:19).