Hechos 10:42-48
Introducción:
El apóstol Pedro sabía que el evangelio transcendía de los judíos, una cosa era su experiencia y otra era el testimonio fiel de la palabra de Dios. Es decir: “La verdad procede de Dios al hombre y no la verdad del hombre a Dios” El cristiano tiene que contar siempre con el respaldo de Dios a través de las Escrituras.
Esta observación es importante, porque cuando va a casa del centurión romano, Cornelio, le acompañaron aquellos que: Eran fieles de la circuncisión” (v.45) Y al igual que Pedro, necesitaban la confirmación de las Escrituras respaldado por el Espíritu Santo, para poder creer en la veracidad del evangelio a los gentiles. Lo que vemos aquí es lo delicado que es el transmitir la verdad de Dios ya que la aceptación o negación del hombre depende su situación en la eternidad. A muchos cristianos y ministros no les gusta este tipo de meticulosidad a pesar que la Biblia abunda en esto. Lucas, quien además de escribir uno de los evangelios que lleva su nombre, escribió este libro de los Hechos de los Apóstoles. Y en ellos muestra esta actitud, diciendo que muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas…me ha parecido también a mí: Después de haber investigado con diligencia…Escribírtelas por orden” (Luc.1:3 leer v.1-4)
Cuerpo:
v. 42-43. El mandato de predicar el evangelio de Cristo: La noticia de la Gracia de Dios en Jesucristo, quien nos reconcilia con él. El cristiano y la iglesia tienen esta tarea en el mundo. Respaldados por las Escrituras, al decir el apóstol: “De éste (de Jesucristo) dan testimonio todos los profetas” (Las escrituras del Antiguo Testamento). Jesús como cordero, realiza la expiación de nuestros pecados, unas vez perdonados, somos reconciliados con Dios.
v. 44-46. El Espíritu Santo respalda y confirma la labor evangelístico. Al creer en el evangelio que les predicaba el apóstol, Cornelio con los demás, recibieron el Espíritu Santo al venir sobre ellos. Y para los de la circuncisión, no les quedó ninguna duda sobre lo que habían oído y visto, tuvieron la experiencia de ver como el Espíritu Santo se manifestaba en los gentiles al igual que a ellos. Y Pedro dirigiéndose a ellos, les preguntó: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? (v.47) Los fieles de la circuncisión imponían a los gentiles creyentes que se les circuncidara para ser salvos. A caso ahora, con lo que vieron y oyeron, ¿Seguirían obstinados? Esa era la pregunta que Pedro les hacía.
v. 46-48. Las lenguas y el bautizo en agua. Las lenguas son señales de haber recibido el Espíritu Santo; y el bautismo en agua, una vez convertida la persona al evangelio. El Bautismo es un paso de obediencia del nuevo creyente, como también su identificación con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección (Rom.6:1-14)
Buenísimo
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