LA VERDAD QUE NO PUEDE DISCERNIR LA HUMANIDAD

Marcos 15: 22-39

Introducción:

La humanidad busca la verdad, pero su búsqueda ha sido en vano. En cuanto lo que sucedió esa tarde en las afueras de Jerusalén, lo que se conoce como: El Monte Calvario; muchos han hecho análisis que han diferido en sus opiniones: Unos lo han visto como un suicidio, otros que fue un show montado y otros que Jesús no resucitó sino que sobrevivió a la tortura.

Nunca habrá una respuesta de la verdad que buscan ¿Por qué? Porque sencillamente buscan su propia verdad. Y por más que aseguren que lo han hecho con honestidad y sin ningún prejuicio, la realidad es otra.

Hubo un productor que anduvo exhibiendo en varios países, supuestamente, el glosario (Con los huesos de Jesús); lo exhibió como el que gana un trofeo y lo da a conocer de una forma triunfante. Pero como dijo uno de los rabinos de Jerusalén: El nombre Jesús (Joshua), son muchos los que lo han usado a través de mucho tiempo.

Cuerpo:

v.29-30. Cuando los prejuicios ciegan la verdad de las cosas. Cuando al Señor le habían crucificado, lo injuriaban: ¡Bah! Tú que derribas el templo de Dios, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo, y desciende de la cruz”. Era la oportunidad para hacerlo, pues el Señor Jesús estaba físicamente vulnerable; ante los ojos de ellos, él había fracaso y mostraba que era un falso Mesías. Pero ¿Cuál era la verdad? El moría, era la ofrenda de Dios para el pecado de su pueblo (Juan 1:29).

v.22-28. Cumplimiento del sufrimiento y muerte del Mesías. Pero, además de la vulnerabilidad de Jesús ante los ojos de los que le escarnecían; también ante los ojos de ellos, se estaban cumpliendo la palabra profética sobre el Mesías:

  1. a) “Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suerte sobre ellos” (v.24) Esta profecía esta en: Salmo 22:18.
  2. b) “Crucificaron también con él a dos ladrones, uno a su derecha, y el otro a su izquierda. Y se cumplió la Escritura que dice: Y fue contado con los inicuos”. En este caso, el mismo escritor revela lo que estaba escrito del Mesías en: Isaías 53:12. Y así, existen otras profecías en el Antiguo Testamento que se cumplieron en el Señor Jesucristo.

v.31-32. Una verdad que no pudieron discernir. Dice la Escritura, que los principales sacerdotes le escarnecían, diciéndole: “A otros salvó, así mismo no puede salvarse” (v.31) La pregunta sería: ¿Podía el Señor salvarse, podía haber evitado llegar hasta la cruz? ¡Sí! Y hubiese hecho más que eso; sin embargo no lo hizo, porque esa fue su misión, como lo expresó antes de ser capturado en el Getsemaní: “Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; más no lo que yo quiero, sino lo que tú” (Marc.14:36-39). El vino a hacer la voluntad de su Padre, por el cual se dispuso para sufrir y morir, siendo él la expiación del pecado de los hombres. Al discipulado les reveló diciéndoles: “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre”.

Estaba escrito que el Mesías tenía que morir: “Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí” (Dan.9:26). En esta profecía de Daniel, se resume la obra que alcanzaría el Mesías en su muerte (Dan.9:24).

Conclusión:

Con prejuicios no se llega a la verdad, sino a falsear y a forzar la historia y la verdad misma. Ahora, juntamente con las religiones, falseando la verdad, sacando de contexto los principios de la palabra de Dios, se pretende hacer una nueva religión en donde se satisfaga a todo mundo, algo que sea atractivo, bonito y deseable para cada quien.

Y en esta posición de la humanidad religiosa, solo viene a confirmar las palabras de Jesucristo a la pregunta que le hicieran sus discípulos:

¿Son pocos los que se salvan? –La respuesta de los religiosos contestarían: ¡No! Todo lo contrario, pues Dios es Amor.

Pero la respuesta de Jesús, fue:

“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mat.7:13-14). Dios es Amor, pero no tendrá por inocente al culpable; al menos que esté dispuesto para cambiar de conducta creyendo en lo que Jesucristo hizo por él en el Monte Calvario. ¡En eso se muestra el Amor de Dios: En que dio a su Hijo para salvarnos del pecado!

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