Introducción:
Todo nosotros forjamos con nuestras acciones y actitudes lo que hemos de ser en el futuro. Y por eso es importante lo que hagamos en el presente.
Er es un ejemplo, era el primogénito de Judá, a él le correspondía la línea mesiánica, sin embargo, decidió llevar una mala vida, sin la dirección de Dios: “Fue malo delante de Jehová, quien lo mató” (v.3).
En la historia, dentro de la lista de las descendencias, es lo único que se sabe de este personaje. Nos hace ver que: ¡Sí importa lo que hacemos en el presente! Er dejó un mal precedente de su vida; pero a la vez un ejemplo para las generaciones venideras, como está escrito: “Estas cosas acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros” (1Cor.10:11).
Pero también, hubo uno que hizo la diferencia, sus acciones transcurrieron en la historia de la humanidad, Fares, por el cual, la línea mesiánica continuó.
La manera en que usted decida llevar su vida, sí importa querido hermano.
Cuerpo:
v.4-5,9-15. David descendiente de Fares. De Fares, 14 generaciones después vino David. Si bien es cierto que a Abraham se le dio la promesa: “En tu Simiente serán benditas todas las naciones” (Gén.22:18). A David se le hizo la promesa del Mesías de una manera clara; de él y de su casa vendría: “Sería Rey, Justo y Eterno (2Sam.7:12-16; 23:3-5). Lo que le correspondía a Er, en Fares se hizo una realidad.
Gén.38:27-30. Fares también forjó su futuro con sus acciones. En su nacimiento, su hermano gemelo sacó la mano, y vino hacer el indicativo que sería el primogénito, pero, volvió a meter su mano. Y abriendo brecha Fares, nació primero; esa es la narración que tenemos de este hombre. Un personaje que en el camino, abrió brechas para llegar a ser, en el propósito de Dios, de la genealogía del Mesías, de nuestro Señor Jesucristo.
En la vida siempre tendremos obstáculos, unos difíciles y otros imposibles de poder superarlos; sin embargo tenemos el testimonio de Fares, un hombre esforzado que donde no había camino, en donde se levantaban muros imposibles de traspasar, él habría brechas, esmerándose siempre a forjar su futuro y ejemplo para sus generaciones.
Todos tenemos oportunidades de tener éxito en la vida, al igual que Er y Fares; pero solo el que se esfuerza y es entregado en los propósitos de Dios lo alcanzará. Muchos se van quedando en el camino, como Er, porque se dan por vencido o porque se entregan a lo más fácil y rehúyen lo difícil.
Conclusión:
El Señor Jesucristo conquistó para el creyente la salvación y la vida eterna; y en la vida presente, tenemos también grandísimas promesas, sin excepción y somos llamados a ser esforzados, valientes y leales al propósito de Dios, como nos dan ejemplo estos hombres como: Moisés, Elías y David entre otros. Lo que usted haga en el presente, querido hermano, sí es importante, pues tiene que ver con su futuro y legado que deje a sus generaciones.
Bendito Dios que nos enseña a través de su palabra como debemos conducirnos para que los nuestros y generaciones venideras tenga un precedente y pueden seguirlo a través de la Misericordia de él.!
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