UN PUEBLO EFICAZ EN LA OBRA DE DIOS

Cuando es sabio y firme en la fe (Sin doblez)

1Crónicas 12: 28-33 (Stg.1:8)

Introducción:

En este cap. 12, se nos narra de cómo se formó el ejército que acompañaría, lo que sería, el reinado de David (v.22).

Los personajes que se mencionan tienen dos características:

a-La obra venía de Dios.

b-Lo hacían entendiendo la voluntad de Dios.

Todos lo hicieron de manera espontánea, en donde el Espíritu Santo estaba presente dirigiendo, guiando a cada personaje (v.17-18).

Más que ser solidarios con un personaje, todo era según los propósitos de Dios.

Cuerpo:

v.1-3. Las habilidades humanas al servicio de Dios. Reconociendo que Dios les había dado esos dones (regalos), todos los que tenían arte, destrezas y habilidades, ahora lo ponían a la orden de Dios (v.8). El apóstol Pablo exhortó a los miembros del cuerpo de Cristo: “…Presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos. Y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia” (Rom.6:13).

v.17-18. Bajo la guianza de Dios. Que confortante fue para David, que al llegar esta parte del ejército, y al cerciorarse sus finalidades, el Espíritu Santo intervino a través de Amasai, jefe de los treinta: “…Port ti, oh David y contigo. Paz contigo” (v.18).

El creyente y la iglesia, debe reconocer que la presencia y la guianza continúa del Espíritu Santo es importante y fundamental para el crecimiento, fortalecimiento y realización de la obra evangelística.

v.32. Personas sabias. Entendidas en los tiempos, que al guiar al pueblo, dice: “Sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos”. Moisés es un ejemplo, que al consultar a Dios, reunió al pueblo para que pedirles de entre ellos: “Varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga por vuestros jefes” (Deut.1:9-14).

En la iglesia primitiva, se hablan de maestros, que contribuyeron mucho al evangelismo en el mundo; es el caso de Apolos, un discípulo de Juan el Bautista, que al encontrarse con unos creyentes, se convirtió y se bautizó, de tal manera que vino hacer muy útil dentro de la obra de Dios (Hech.18:24-28).

v.33. Disposición sin doblez. Con una fe firme. En el libro a los hebreos, cap. 11, se nos habla de la fe de hombres y mujeres que hicieron proezas (Heb.11:33-40).

No basta un ejército de grandes dimensiones, no basta un ejército con personas de diferentes destrezas, y esforzados y valientes; sino hay firmeza en la fe, y si no hay sabiduría, no será un ejército sólido, sino fácil de desintegrarse. El ejemplo lo tenemos en unos capítulos anteriores, cap. 10, en donde el ejército poderoso del rey Saúl fue derrotado contundentemente, en donde el rey muere juntamente con sus hijos.

Conclusión:

Si el creyente quiere solidez y crecimiento, necesita ser entendido, es decir, conocer los propósitos de Dios. Y necesita ser firme en su fe, como lo expresa el apóstol Pablo: “Por lo cual estoy seguro de ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir…Ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor Nuestro” (Rom.8: 37-39)

La Biblia dice: “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” (Stg.1:8).

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