DIOS SACA DEL ANONIMATO A LOS QUE LE HONRAN CON SUS VIDAS

1Crónicas 20: 4-8

Introducción:

Este pasaje nos habla de proezas realizadas por soldados del ejército de Israel. La Biblia dice que: “En Dios haremos proezas”. Las proezas no se buscan sino que en tiempo oportuno se presentan.

Estos tres soldados estando en el ejército, llegó el momento en donde tenían que entrar en combate contra los filisteos.

Muchos que se sienten olvidados, que nadie les toma en cuenta, pero en la narración de estos tres soldados valientes, se nos muestra que Dios tiene el tiempo señalado en donde opera a través de nosotros.

Estos soldados no se imaginaron las proezas que realizarían hasta que se les presentó la oportunidad sin esperarlo.

Cuerpo:

v.4.Sibecai, capitán del ejército. En pleno combate, tuvo que pelear contra uno de los gigantes llamado Sipai. Estos gigantes vinieron a ser paladines del ejército de los filisteos, al ser vencido por Sibecai, los filisteos fueron humillados.

La virtud de Sibecai, capitán del ejército de Israel, era una persona que podía unir a los demás, nunca dividirlos. El significado de su nombre fue: Tejedor.

v.5. Elhanán, venció a otro gigante más alto que el anterior. Este gigante llamado Lahmi, era hermano de Goliat, el que venció David. Tenía una contextura que intimidaba a sus oponentes. En cuanto la virtud de Elhanán, era una persona bondadosa con su prójimo, ayudaba sin esperar ninguna recompensa.

v.6-8. Jonatán, era un sacerdote levita. Además, era sobrino del rey David. Pero en batalla los privilegios no cuentan, sino la valentía y la fe en Dios. Este soldado superó a los dos anteriores, ya que el gigante era más alto y poderoso que los demás. Pero Dios hizo que Jonatán realizara la proeza de combatir con él y matarlo. Su virtud era su fe en Dios que hacía que fuese respetuoso y obediente.

Podemos tomar el ejemplo de Jonatán, hijo del rey Saúl, que a pesar que era el heredero del trono de su padre Saúl, lo cedió a David comprendiendo que era voluntad de Dios de que reinara y no él.

Conclusión:

Podemos ver que estos tres valientes soldados, andaban en el temor de Dios, siendo, cada quien en su virtud, instrumentos de justicia, testimonios de Dios. El respaldo que gozaron de parte de Dios, no fue casualidad, sino que eran temerosos de Dios y Dios les recompensó en las proezas que realizaron, siendo reconocidos como los valientes del ejército (gente importante en el reino del rey David).

Muchos anhelan que Dios los respalde, pero sus vidas cristianas están en los niveles de la mediocridad. Si se propusieran honrar a Dios con sus vidas, Dios los honraría haciendo que sus vidas brillen ante los demás.

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