EL COMPROMISO NOS LLEVA A UNA ENTREGA Y A UN DESPRENDIMIENTO

1Crónicas 21: 22-27

Introducción:

A pesar de la urgencia de realizar un sacrificio de paz, debido a la mortandad de 70 mil muertos, dos hombres se ofrecen a entregar el lugar para dicho sacrificio, con una entrega y compromiso por la causa.

Estos dos personajes habían entendido lo que significa un genuino compromiso:

-Mientras uno ofrece gratuitamente y aún los elementos que se necesitan para el sacrificio; el otro lo quiere adquirir comprándolo, a un precio justo.

Los dos ofrecen algo que les ha costado:

Ornán, ofrecía una propiedad que era el sustento y el trabajo de toda su vida.

El rey David, ofrecía un buen precio, altísimo, de una lucha donde expuso toda su vida en guerras.

La mayoría, y es común, ofrece lo que no tiene: ¡Qué fácil es dar lo que no es de uno! Ahí no hay despojo, no hay ningún valor, es como un cascarón inservible sin nada adentro.

Cuerpo:

v.22-23. La generosidad en la obra de Dios. David ofreció comprar la propiedad, pero Onán le dijo: “Tómala para ti, y haga mi señor el rey lo que bien le parezca; y aun los bueyes daré para el holocausto, y la leña y trigo…lo doy todo” (v.23).

La Biblia dice: “El que siembra generosamente, generosamente segará” (2Cor.9:6). Dios no se queda con nada, nuestro corazón es probado de poder responder a la generosidad de Dios al darnos a su Hijo Jesucristo para nuestra salvación y vida eterna. Aún Pablo le dice a una de las iglesias: “Si les he dado lo espiritual, es poco el que reciba de ustedes lo material”. El cristiano debe aprender a desprenderse de las cosas para ayudar a otros, el cual segará más de lo dio o dará.

24-27. La recompensa al ser desprendido de las cosas. Según los teólogos, el peso de 600 siclos de oro, es equivalente a: 77mil dólares, siendo el peso de un siclo de oro, por: 128.45 dólares. Esto recibió Onán de la venta de la propiedad al rey David, quien le había dicho: “No tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste” (v.24). Cuando David le habló de un precio justo, no le estaba pidiendo rebaja, ni tampoco que Onán se aprovechara de tan grande necesidad que le apremiaba al rey; Precio justo en el sentido del valor en sí que tendría la propiedad.

Llamado: Que gran ejemplo de estos dos personajes, que nos muestran el compromiso que tenían ante Dios, entrega y despojo. En esa propiedad, años más tarde se edificaría el Templo, La Casa de Dios; conocido como: El Templo de Salomón o El Primer Templo.

El apóstol Pablo, cuando da una lista de requisitos a los servidores de Dios, está: “El que no sea avaro, es decir, que no sea mezquino” “No codicioso de ganancias deshonestas”

Todo cristiano tiene este requisito, pues debe ser ejemplo y testimonio a su hermano y al mundo.

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