1Crónicas 24: 6-7; 25:8; Prov.16:33
Introducción:
Esta forma de echar suerte para determinar qué persona puede ser asignada a algún privilegio de servir o también para la toma de una decisión en algún asunto importante, en las Escrituras pareciera extraña. Pero esto sucede cuando en ambos casos existen más de una persona o más de una propuesta, entonces se echaba suerte, en el sentido de que fuese Dios el que permitiera tal asignación o toma de decisiones.
Dios le ha dado capacidad a los que le sirven en la obra, de conocimiento para elegir o tomar decisiones; pero hay momentos, como lo que se nos muestras en estos capítulos 24, 25 y aún capítulo 26, en donde había una cantidad de personas para ocupar privilegios en donde se necesitó echar suerte para que las designaciones se hiciesen de una manera justa, en donde quedaba a voluntad de Dios los asuntos.
Cuerpo:
v.6-7. Levitas designados por familias. David al formar las tareas a realizar en el servicio hacia Dios, reunió a todos los que estaban designados para tales cargos: Levitas y sacerdotes, de acuerdo a lo establecido por Dios a través de Moisés.
El problema era que las descendencias se habían multiplicado: La descendencia de Leví, de Aarón y de Sadoc. Quienes serían los principales, los jefes y los privilegios a fungir. Y la única manera fue, al ordenar las familias, desde los que eran jefes de familias hasta el último, el echar suerte: “Designando por suerte una casa paterna para Eleazar, y otra para Itamar. La primera suerte tocó a Joiarib”.
Esto hizo que nadie se sintiera marginado o que haya preferencia en alguna persona. Que todos se sintieran satisfecho de las designaciones otorgadas. Al establecer este orden, todos servirían en la obra de Dios, y solo quedaba el esperar el tiempo en que les tocaría el día. Se calcula que cada dos o tres años, volvían a servir, según el orden.
v.25:8. Se ora al momento de echar suerte. Para que las cosas se dieran de acuerdo a la voluntad de Dios, se ora pidiendo la dirección y la voluntad de Dios, si bien, en estos capítulos no se refleja y solo se enseña que se realizó: “Y echaron suertes para servir por turnos”. Sin embargo en el libro de los Hechos de los Apóstoles, cuando se eligió al que iba a sustituir a Judas en el apostolado. Habían dos personajes que calificaban en los requisitos necesarios para ocupar el cargo (Hech.1:21-23). Y como en el cargo, solo se necesitaba a uno, entonces se echó suerte, sin antes orar a Dios: “Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has elegido para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión…Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles” (Hech.1:24-26).
Esto forma de echar suerte, era parecido a los objetos que llevaban en el pectoral los sumos sacerdotes: El Urim y Tumim, cuyo significado eran: Luz y perfección. Cuando se iba a tomar una decisión importante, entonces se usaban (Éxd.28:30y Núm.27:21-23).